¿Cómo pueden los cónyuges ayudarse mutuamente a crecer espiritualmenteanillo de compromiso corte esmeralda

Desde el principio, Dios ha establecido el matrimonio como un compromiso para toda la vida. En Génesis 2:24, leemos: «Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne». Dios no solo une al hombre y la mujer en matrimonio, sino que los convierte en una sola carne. Esto es mucho más que un simple vínculo legal o emocional; es una unión espiritual que nos transforma en una nueva criatura (2 Corintios 5:17).

El matrimonio es un reflejo del amor de Cristo por Su Iglesia. En Efesios 5:25-27, Pablo describe el amor de Cristo de esta manera: «Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella para hacerla santa. Limpiadla con el lavamiento del agua mediante la palabra, a fin de presentárosla a sí mismo como una iglesia resplandeciente, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e intachable». Pablo llama a los maridos para que amen a sus esposas de la misma manera que Cristo amó a su Iglesia. El amor de Cristo fue tan grande que él murió por ella. De la misma manera, el marido debe estar dispuesto a dar su vida por su esposa.

En Mateo 19:3-6, Jesús enseña claramente que el matrimonio es para toda la vida: «Algunos fariseos se acercaron a él para ponerle a prueba, y le preguntaron: “¿Es lícito que un hombre se divorcie de su mujer por cualquier motivo?” Él respondió: “¿No han leído que el Creador los hizo desde el principio ‘hombre’ y ‘mujer’? Y dijo: ‘Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne’. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”». Jesús enseña que Dios estaba presente desde el principio cuando creó al hombre y la mujer. Y dijo que deben unirse y ser un solo cuerpo. Luego dice claramente que lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre. Esto significa que el matrimonio es para toda la vida.

Aunque el compromiso de matrimonio es para toda la vida, sabemos por experiencia propia o de otras personas que muchos matrimonios no duran. Según las estadísticas, más del 50% de los matrimonios en los Estados Unidos terminan en divorcio. ¿Por qué ocurre esto? Muchas veces, las personas casadas pierden la perspectiva de lo que realmente significa estar comprometidos para toda la vida. En lugar de verlo como un compromiso para amar y servir mutuamente durante toda la vida, lo ven como un contrato legal o emocional que pueden romper si ya no les sirve.

Otras veces, las personas casadas pierden de vista el propósito ultimate del matrimonio. En 1 Timoteo 3:5, Pablo dice: «Pero si alguno no tiene dominio propio de su propia lengua, sino que la usa para perderse a sí mismo…» Las palabras «perderse» aquí significan «distraerse» o «desviarse». Es decir, cuando alguien pierde dominio propio sobre su lengua, se distrae fácilmente o se desvía del camino correcto. En otras palabras, pierde focus. Esto es cierto tanto en nuestra relación con Dios como en nuestras relaciones interpersonales. Si perdemos focus en nuestro matrimonio y nos olvidamos del propósito ultimate de glorificar a Dios juntos, entonces estamos destinados al fracaso.

Otro factor importante en el fracaso matrimonial es la falta de confianza. La Biblia dice en Proverbios 3:5-6: «Confía en Jehovah con todo tu corazón Y no te apoyes en tu propia inteligencia; Reconócelo en todos tus caminos Y él enderezará tus veredas». Cuando confiamos en Dios y reconocemos sus formas de guía y dirección en nuestras vidas, podemos estar seguros de que él nos dirigirá por sendas de justicia y nos ayudará a evitar errores peligrosos. Pero cuando tratamos de depender solo de nuestra propia inteligencia o entendimiento para guiarnos en la vida, corremos el riesgo de tomar decisiones equivocadas e incluso peligrosas. Esto es cierto tanto en nuestra relación con Dios como en nuestro matrimonio. Si no confiamos plenamente en Dios ni reconociendo sus formas de guía y dirección en nuestro matrimonio, es poco probable que tengamos éxito a largo plazo.

Un último factor importante para tener éxito en el matrimonio es aprender a perdonar . La Biblia dice en Colosenses 3:13: «Soportaos los unos a los otros y perdonaos mutuamente si alguno tiene contra otro algun reclamo; tal como Cristo os perdonó , así también hacedlo vosotros » . Para tener éxito en cualquier relación , incluyendo nuestro matrimonio , necesitamos aprender a perdonar . El perdón no es opcional ; es absolutamente necesario . Sin embargo , muchas veces nos resistimos al perdón porque nos duele demasiado o sentimos que hemos sid